Cuando Dios llama, es como si de pronto en nuestro corazón, estuviera amaneciendo, se hace la luz, las tinieblas se tornan a un nuevo día y todo empieza a brotar, a llenarse de vida, a recobrar sentido. Buscas, buscas hasta que lo encuentras, o más bien te encuentra Él a ti, sólo entonces reposa tu corazón.
Cant 3, 1-4 a.
Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé.
Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé.
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma?
Apenas hube pasado de ellos un poco, Hallé luego al que ama mi alma.
CANTO: Siempre te amaré (Athenas) Te conozco desde antes que nacieras
Sé tu historia, conozco tus problemas
Vi tus llantos y tus alegrías.
Y aún así te amo. (Bis)
Te amo, no importa lo que hagas
Te amo, no importa donde vayas
Te amo, no importa lo que digas
Por siempre te amo, y siempre te amaré.
Te conozco...
Nunca temas, siempre estaré
y en mi mano yo te sostendré
Te amo, no importa....
Sí, y nosotras lo hemos encontrado en Nazaret, a las puertas de un hogar, donde la noche es clara como el día, donde la calidez del calor y el olor a cuidados entrañables nos ayuda cada día a entregarnos por entero.
De nuestro plan general de formación:
Todo el proceso de formación de la esclava carmelita mira a Cristo, buscando una configuración íntima con Él. Esta búsqueda apasionada e insistente necesita la ayuda imprescindible del Espíritu Santo, artífice indiscutible y guía silencioso de todo este caminar. Es este Espíritu el que, con la sobreabundancia de sus dones, ha enriquecido nuestro carisma, regalándonos con él un camino preciso de seguimiento de Cristo y santificación en su Iglesia. Destacan en este camino, como hitos luminosos, la figura de María, la escuela de Nazaret y el molde de la Eucaristía.
CANTO: Hasta la locura te amo, Señor
Me puede faltar todo en la vida, me puede faltar hasta la vida, pero nunca quiero que me falte el deseo de amarte hasta el final.
Hasta la locura te amo Señor!!! ya no quedan dudas en mi corazón de que te amo, de que te amo Señor .
Hasta la locura te amo Señor!!! ya no quedan dudas en mi corazón de que te amo, de que te amo Señor.
Quiero amarte hasta el extremo
sin rebasarme por entero,
como los que sean enamorado
yo te canto mi amado hasta el final.…
I.VIDA ESPIRITUAL
PGF ecsf. Nº 20 , 21 y 23
Concebir a Cristo, supone ensanchar espacios interiores para forjar en sí un seno virginal, capaz de acogerlo, a imitación de María. El medio fundamental para ello será nuestra vida contemplativa, alimentada en la espiritualidad carmelitana.
La actitud de vida propia de este paso formativo es la interioridad. Lleva consigo el cultivo de la escucha de la Palabra, de la capacidad de atención, del silencio, de la contemplación, de la disponibilidad formativa. Y su consecuencia es el crecimiento en las virtudes teologales.
La espiritualidad carmelitana que estamos llamadas a vivir también nos introduce en esta dimensión contemplativa de manera muy honda. Teresa de Jesús, apasionada enamorada de la humanidad de Cristo, maestra de oración y perspicaz atisbadora de las moradas interiores y del Dios que nos habita en el hondón del alma, y Juan de la Cruz, ardiente buscador del Amado y de los caminos que conducen a la “interior bodega” donde la vida se transforma en Dios, se constituyen en maestros inigualables de vida espiritual para cada una de nosotras.
Testimonio. Símbolo: Una imagen de Jesús o un crucifijo.
CANTO: Oh noche que juntaste.
Oh noche que juntaste,
Oh noche amable más que la alborada
Oh noche, que juntaste Amado con amada
Amada en el Amado transformada.
Cant. 5, 2
Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.
Oh noche que juntaste…
II. A LA MEDIDA DEL SILENCIO E INTIMIDAD DE LA VIDA DE NAZARET.
PGF ecsf. Nº 22 y 28
El silencio e intimidad de la vida de Nazaret nos invitan a adentrarnos por este camino. María y José son para nosotras modelo de vida interior profunda; el Verbo hecho Hombre y presente a su lado en sencillez y pobreza marca para ellos un itinerario espiritual que les llevará a vivir una intensa comunión con Dios, por caminos de fe y confianza, de aceptación y disponibilidad total. En la vivencia, a veces dolorosa, de la distancia que separa los caminos de Dios de los nuestros, en el desconcierto que origina el silencio del Padre, en la cotidianidad anodina de la vida oculta de Jesús, su espacio interior se agranda para acoger su Palabra y guardarla meditándola en el corazón. Nazaret constituye una auténtica escuela de silencio y vida interior.
Es también en Nazaret donde cultivamos nuestra intensa vida fraterna, según el estilo de sencillez y entrega vivido por Jesús en el seno de la Sagrada Familia. Aprendemos aquí a vivir en familia, unidas por una verdadera caridad fraterna, en humildad y perdón, acogida mutua, obediencia y corresponsabilidad, alegría y verdadera amistad.
Testimonio. Símbolo: Lámpara vocacional
CANTO: Te encarnas en Nazaret.
Desde abajo
Desde dentro
Y desde cerca
Te encarnas en Nazaret
Y en las cosas más pequeñas
Nos invitas a creer.
Cant. 5, 8
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
III. EN OBLACIÓN DE AMOR, COMO CRISTO EN EL MISTERIO DE LA EUCARISTÍA
PGF ecsf nº 24 y 32
El contacto intenso y diario con Jesús en la Eucaristía nos ayudará a penetrar en los caminos del silencio y de la vida interior y nos llevará a experimentar una auténtica amistad con Cristo. Nos acostumbraremos a acudir al Señor en el Sagrario de forma asidua y confiada, para experimentar su luz, su consuelo y su amistad.
¡¡Por Cristo, con Él y en Él!! es el grito evangelizador de la esclava carmelita de la Sagrada Familia, que se entrega como pan partido y repartido para una humanidad necesitada y hambrienta. La Eucaristía moldea en nosotras el corazón corredentor con que nos entregamos a la acción apostólica, de forma que aprendamos a poner el acento en la motivación y actitud interior que nos guía, más que en la actividad visible o en la eficacia apostólica mensurable.
Testimonio. Símbolo: pan y vino, patena y cáliz…
CANTO: Te adoramos, Jesús.
Te adoramos, Jesús
Presente y oculto en el pan
Tu presencia es real.
(Jesús… Te adoramos…)
Te adoramos, Je-sús
(Pan bajado del cielo…)
Te adoramos, Je-sús
(Te alabamos… Jesús…)
Te adoramos, Je-sús
(Tu cuerpo, sangre, alma y divinidad…)
Te adoramos, Je-sús (sobre el altar…)
Cant. 5, 1b
Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.
IV. EN RELACIÓN ÍNTIMA DE AMOR FILIAL A MARÍA
PGF ecsf nº 16
María, la Madre de Jesús, aparece como figura esencial desde el principio al fin de nuestro itinerario formativo. Ella, en su condición de Madre y Maestra, es no sólo el modelo eminente y la referencia continua de nuestra vida consagrada, además, cumple con nosotras una misión notablemente activa: nos estimula y atrae, forma nuestro corazón a semejanza del suyo-mujer, esposa y madre- y educa en nosotras la actitud de continua ofrenda; con suavidad nos invita a “subir al monte del Señor”, al mismo Cristo, con la disponibilidad desnuda y atenta de la esclava que se consagra totalmente a su persona y a su obra de redención.
Testimonio. Símbolo: Virgen de la escucha.
CANTO: Contigo María
Quiero caminar contigo María Pues tú eres mi madre eres mi guía Tu eres para mi el más grande ejemplo de santidad de humildad
Quiero caminar contigo María No solo un momento, todos los días Necesito tu amor de madre Tu intercesión ante el Señor.
Guía mis pasos llévame al cielo Bajo tu manto no tengo miedo Llena de gracia, Ave María Hoy yo te ofrezco toda mi vida.
Quiero caminar contigo María Madre en el dolor y en la alegría Tú que fuiste fiel hasta el extremo Fiel en la cruz, fiel a Jesús.
Guía mis pasos llévame al cielo Bajo tu manto no tengo miedo Llena de gracia, Ave María Hoy yo te ofrezco toda mi vida.
Celestial princesa mírame con compasión Hoy te doy mi alma, vida y corazón.
Guía mis pasos llévame al cielo…
Cant. 2, 13b-14
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
V. EN COMUNIÓN CON LA IGLESIA AL SERVICIO DEL REINO
PGF ecsf nº
La Palabra escuchada y vivida acrecienta la conciencia del valor salvífico del Evangelio y afina en el corazón la sensibilidad a las necesidades del mundo; es así como madura la pasión por el Reino. Como María entrega al mundo el fruto bendito de su vientre, así cada hermana siente la llamada a servir al mundo y a los hombres dando a Cristo como el don más precioso que ha recibido del Padre. Toda nuestra acción evangelizadora responde a esta urgencia amorosa.
Toda nuestra actividad apostólica debe ir cultivando en nosotras una verdadera espiritualidad de la acción. La tarea evangelizadora tiene una fuente profunda de la que no se puede desligar jamás; contemplación y acción se alimentan mutuamente y forman en nosotras una unidad de vida indisoluble. Así, evangelizamos desde una profunda unión con Dios que se nutre a su vez de esa actividad evangelizadora donde se encuentra a Dios y se experimenta su presencia. Es la mística propia del apóstol, que ha aprendido a fundir el máximo de la intimidad con Dios con el máximo de la dedicación concreta de sí y hace también de su apostolado el alma de su oración.
Esta espiritualidad de la acción impulsa la confianza, íntimamente unida a la disponibilidad, que nos lleva a ponernos en las manos de Dios, Señor de la mies, y a colaborar en la tarea que nos encomienda con todas nuestras capacidades, sin dejarnos paralizar por miedos y complejos.
Testimonio. Símbolo: Mundo
CANTO: Alabanzas estrofa 3
Arder por ti ante los niños
Iluminar sus vidas y sus caminos
Ir abriendo fronteras a tantos jóvenes
Ir haciendo la Iglesia por donde toque.
Alabanzas cantaré
A Ti siempre, mi Señor
Porque fuiste tú el primero
Que por amor me eligió.
Cant. 1, 7-8
Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo junto a los rebaños de tus compañeros?
Si tú no lo sabes, ¡oh la más hermosa de las mujeres!, sal tras las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.
CANTO: Locura de amor
Me has llamado Señor
como loco enamorado
esperando un sí por respuesta
un sí con la puerta abierta.
Poco me cuesta ir hacia ti
Jesús mi loco enamorado
para seguirte a ti,
para seguir tus pasos.
ES LOCURA DE AMOR
ES AMOR AVENTURADO
DEJARLO TODO POR TI
CASA, PADRES, AMIGOS Y HERMANOS
ES CAMINO DE DOLOR
ES ENTREGA DEL CORAZÓN
PARA VER A DIOS
Y GOZARLO CAMINANDO
Difícil es crecer, Señor
y sostener mi ser humano
tantas cosas que dejé
ahora me salen al paso.
Más Tú Señor eres mi fuerza
me llevas en tus brazos
y eso me anima a seguir
y a no dejarte de lado.
Sólo necesito de Ti
que me sigas enamorando,
que me des la fuerza
para serte fiel
y que no me aparte yo
de tu lado.
Queremos darte gracias Señor, por nuestro carisma tan bonito dentro de la Iglesia, qué vamos a decir nosotras…! Por el ideal al que nos llamas a vivir, por las personas que has puesto a nuestro alrededor y que viven nuestra espiritualidad, por cada hermana, por tu entrega, por llamarnos a vivir en Nazaret.
Os invitamos a quienes queráis, a que consagréis vuestra vida a la familia de Nazaret, para que ahora más que nunca, nos ayuden a vivir en nuestros hogares de tal modo, que podamos ser fermento en medio de un mundo herido que necesite a Dios más que nunca.
CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA.
Sagrada Familia de Nazaret,
comunidad de amor de Jesús, María y José,
me pongo en vuestras manos.
Ayudadme a caminar
en la entrega generosa de la vida cotidiana,
buscando en todo momento
la voluntad del Padre.
Abridme al misterio de su providencia
en mi vida para forjar en mí
un auténtica contemplativa en la acción.
Haced de mi hogar un nuevo Nazaret
en el que se viva una cálida vida de familia,
en obediencia filial, sencillez y alegría.
Infundid en mí una caridad ardiente
que haga de mi casa un hogar fraterno,
abierto a todos, en acogida permanente
y signo del reino de Dios.
Que mi vida sea ofrenda agradable al Padre,
por Cristo, en el Espíritu Santo. Amén.
CANTO: Himno ecsf. 3ª estrofa
Gracias María, gracias José
Por dejarnos ser otro Nazaret.
De vuestra mano hacia Jesús llegamos
Cada día de nuestra vida.
La sencillez y la alegría
El trabajo y la vida de familia
Nos hacen ser reflejo en el mundo
Del amor que se hace grande en lo pequeño.
COMO MARÍA, COMO JOSÉ
VIVIR UNIDAS EN NAZARET
BUSCANDO SOLO Y SOBRE TODO A DIOS
CON ALEGRÍA Y CON SENCILLEZ.
UNA FAMILIA PARA CRECER,
UN IDEAL POR EL QUE VIVIR
OFRENDA VIVA EN EL ALTAR
QUE CON LA IGLESIA SE SIENTE HOY
¡NACIDAS PARA EVANGELIZAR!
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