La segunda jornada de nuestro trabajo capitular ha terminado con la misa de este domingo XXI del tiempo ordinario. El Señor nos ha dejado tres verbos: reunir, corregir y fortalecer, entresacados de las lecturas, que resumen nuestros encuentros de hoy y que nos siguen animando a la esperanza en los de mañana.
Durante la mañana hemos terminado de leer y aprobar la primera y la segunda parte de la memoria de gobierno, sobre el gobierno general y la vida espiritual. En las sesiones de la tarde hemos concluido las votaciones de la memoria sobre la vida fraterna y sobre la vida apostólica.
Además, durante la tarde la H. Cristina Fátima nos ha expuesto el primero de los temas propuestos para el Capítulo General, sobre la vida en las comunidades locales, sus fortalezas y debilidades, sus gozos y sus sombras. Mañana, después de rezar con serenidad, pasaremos a compartir nuestras inquietudes en los grupos de trabajo, de modo que el aula capitular reciba las propuestas de todas las hermanas respecto de este tema tan central de nuestro carisma y tan importante para la vida consagrada.
De nuevo, confiando en vuestra oración, nos despedimos hasta mañana.
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