AMBIENTACIÓN
Durante siglos los cristianos nos hemos dirigido a la Virgen con las palabras del Ave María. Allí donde se reza esta oración con pasión, alegría y esperanza, la vida es más profunda, más cuajada de sentido, más intensa. El Ave María puede parecer algo pequeño, repetitivo, pero en lo pequeño se encierra el misterio de Dios, belleza que salva al mundo.
El Espíritu nos regala estas palabras, llenas de belleza y de consuelo, empapadas de dulzura y esperanza. Son un pórtico para entrar en la vida de María. Las decimos despacio, saboreándolas con el corazón, como quien se descalza ante el terreno santo de María.
Juntos decimos:
Dios te salve, María,
llena de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Dejemos que, ahora, la Estrella del Mar, Stella Maris, nos salude con su luz. Dejemos que María nos atraiga y nos lleve a aceptar a Jesús como luz, salvador y redentor. El camino hacia el evangelio de Jesús siempre comienza de la mano de María. Su amor de madre vence todo cansancio. Cada amanecer madruga para amasar nuestra harina y hacer de nosotros un pan que se entrega, como recuerdo vivo del evangelio.
Adentrémonos de su mano en esta hermosa oración.
DIOS TE SALVE, MARÍA
¡Alégrate, María! Como niños que levantan los ojos al cielo para ver la cometa llevada por el viento, contemplamos el saludo del ángel a María. ¡Vaya saludo tan hermoso! ¡Qué forma de saludar la de Dios! ¿Por qué no recordar que el primer saludo que nos regala Dios cada mañana es una invitación a la alegría? ¿Por qué no dar hoy a nuestros saludos un tono de mayor alegría?
Veamos cómo se saludaban los primeros cristianos, aprendamos de ellos.
De la primera carta de San Pablo a los Corintios (16, 19-23)
"LAS IGLESIAS DE ASIA OS SALUDAN. OS ENVÍAN MUCHOS SALUDOS ÁQUILA Y PRISCA EN EL SEÑOR, JUNTO CON LA IGLESIA QUE SE REÚNE EN SU CASA. OS SALUDAN TODOS LOS HERMANOS. SALUDAOS LOS UNOS A LOS OTROS CON EL BESO SANTO. EL SALUDO VA DE MI MANO, PABLO ... ¡QUE LA GRACIA DEL SEÑOR JESÚS SEA CON VOSOTROS! OS AMO A TODOS EN CRISTO JESÚS ".
CANTO: Ángelus
El ángel del Señor anunció a María
que Ella sería la madre de Dios.
Y Ella respondió: Hágase, que se
cumpla su designio aquí en mi ser.
DIOS TE SALVE, MARIA,
BENDITA TÚ,
MADRE DE LA LUZ Y DE LA ALEGRÍA.
DIOS TE SALVE, MARÍA,
DIOS TE ELIGIÓ,
PUES DE TI NACIÓ LA SALVACIÓN.
Y el Verbo de Dios
en tu seno se encarnó,
y entre nosotros su tienda plantó.
Nos mostró su amor, se entregó,
con su muerte este mundo liberó.
Dios es el primero en acercarse y saluda con el gozo. Antes de nada: la alegría. Antes de los proyectos: la alegría. Antes de la cruz: la alegría. Siempre con nosotros la Virgen glorificada con la gloria de Cristo.
“Dios sonríe, dice la Escritura. Y con ello afirma que incluso la más pequeña sonrisa pura y delicada, que brota de no importa dónde, desde un corazón recto, ante cualquier tontería de este mundo, refleja una imagen y un rayo de Dios. Es una señal de Dios vencedor, señor de la historia y de la eternidad, del Dios cuya sonrisa nos demuestra que todo en definitiva es bueno" (Rahner)
Para ti que estás orando con nosotras: Cierra un momento los ojos y siéntete como María. Si viene ahora DIos a saludarte, cómo le recibirías? Piensalo, siéntelo.
LLENA ERES DE GRACIA
¿Cómo se hará hoy el Espíritu un hueco en nuestro mundo para hablar al ser humano de paz, de justicia, de salvación y de amor ¿Cómo acogeremos la oferta de gracia que Dios nos hace en Maria? "Quisiera ser un humilde charco de agua para reflejar el cielo" (Helder Cámara).
Del Profeta Isaías (62, 4-5)
"YA NO TE LLAMARÁN 'ABANDONADA', NI A TU TIERRA 'DEVASTADA'; A TI TE LLAMARÁN 'MI FAVORITA', YA TU TIERRA 'DESPOSADA'; PORQUE EL SEÑOR TE PREFIERE A TI Y TU TIERRA TENDRÁ MARIDO. COMO UN JOVEN SE CASA CON SU NOVIA, ASÍ TE DESPOSA EL QUE TE CONSTRUYÓ; LA ALEGRÍA QUE ENCUENTRA EL MARIDO CON SU ESPOSA, LA ENCONTRARÁ TU DIOS CONTIGO".
CANTO: Bendita sea tu pureza.
Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
Pues todo un Dios se recrea
En tan grandiosa belleza.
A ti celestial princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco en este día,
Alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
A Dios le gusta dar nombres nuevos, también a ti, María, te lo dio. Sin quitarte nada, te lo dio todo. Pasó junto a ti, miró tu pequeñez, y te dejó vestida de gracia y hermosura. María, a los ojos de Dios, hallaste la gracia y la guardaste en el corazón. Dios te besó con su gracia y brotó la salvación: Jesús.
Para ti que estás orando con nosotras:Haz con tus dos manos un pequeño hueco, deja que Dios entre en él, y ve depositando los nombres de las personas que te gustaría que hoy se llenaran también de la gracia de Dios.
EL SEÑOR ES CONTIGO
Hay emociones, encuentros, que dejan una huella de gozo en la memoria del corazón. Dios dejó su huella imborrable en la vida de María. Hoy queremos recordar y anhelar esa presencia recordando, con San Juan de la Cruz, que “la dolencia de amor no se cura sino con la presencia y la figura”.
Del libro del Profeta Jeremías (1, 4-8)
"EN TIEMPO DE JOSÍAS, RECIBÍ ESTA PALABRA DEL SEÑOR: 'ANTES DE FORMARTE EN EL VIENTRE, TE ESCOGÍ; ANTES DE QUE SALIERAS DEL SENO MATERNO, TE CONSAGRÉ: TE NOMBRÉ PROFETA DE LOS GENTILES'. YO REPUSE: '¡AY, SEÑOR MÍO! MIRA QUE NO SÉ HABLAR, QUE SOY UN MUCHACHO. 'EL SEÑOR ME CONTESTÓ:' NO DIGAS: 'SOY UN MUCHACHO', QUE A DONDE YO TE ENVÍE IRÁS, Y LO QUE YO TE MANDE, LO DIRÁS. NO LES TENGAS MIEDO, QUE YO ESTOY CONTIGO PARA LIBRARTE".
CANTO:
Alégrate, el Señor está contigo,
no temas, te doy mi espíritu.
Y yo quiero sentir lo mismo,
y no temer,
conmigo está tu espíritu,
tu espíritu.
Siempre que Dios elige a alguien para una misión especial le garantiza su presencia. No deja solos a los que ama. Más allá de toda inquietud, temor, o incapacidad, está su presencia fiel como garantía. En la presencia de Dios en medio de nosotros encontramos la fuerza para vivir el Evangelio de Jesús y para caminar por la vida haciendo el bien y sanando, como Jesús.
María, madre de la Iglesia, confiesa la fe íntegra, la esperanza y el amor. Su vida resulta inexplicable si Dios no está con ella. Así nos muestra que la verdadera profecía nace de la presencia de Dios en nosotros, de la amistad con él, de la escucha atenta de su Palabra en las diversas circunstancias de la vida.
Para ti que estás orando con nosotras: ¿Puedes compartir en familia cuál es la misión que DIos tiene para ti?
BENDITA TÚ ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES
Habitualmente salen de nuestra boca más quejas que alabanzas Y si es verdad que de la abundancia del corazón habla la boca, eso significa que nuestros ojos por dentro no deben estar muy limpios, y que lo malo se nos ha pegado a las paredes del alma. Hoy queremos acercarnos a María con la bendición por delante. Vamos a hablar bien de la gente. Esto le agrada al Señor.
Del libro del Eclesiastés (1,1.10-15)
"HAGAMOS EL ELOGIO DE LOS HOMBRES Y MUJERES DE BIEN, DE LA SERIE DE NUESTROS ANTEPASADOS. FUERON HOMBRES Y MUJERES DE BIEN, SU ESPERANZA NO SE ACABÓ; SUS BIENES PERDURAN EN SU DESCENDENCIA, SU HEREDAD PASA DE HIJOS A NIETOS. SUS HIJOS SIGUEN FIELES A LA ALIANZA, Y TAMBIÉN SUS NIETOS, GRACIAS A ELLOS, SU RECUERDO DURA POR SIEMPRE, SU CARIDAD NO SE OLVIDARÁ. SEPULTADOS SUS CUERPOS EN PAZ, VIVE SU FAMA POR GENERACIONES, EL PUEBLO CUENTA SU SABIDURÍA, LA ASAMBLEA PREGONA SU ALABANZA".
CANTO: Bienaventurada
Mi alma glorifica al Señor,
y mi espíritu se alegra
en el que me salvó,
porque mi humildad miró
desde ahora y para siempre
todas las generaciones me dirán:
Bienaventurada, bienaventurada, entre
todas las mujeres
de Dios la más amada.
Bienaventurada
Porque el Poderoso
obras grandes hizo en mí,
infinito es su amor con los que le aman.
Derrotó a los engreídos
y a los pobres ensalzó
y por eso mi alma canta
y me hace sentir.
A menudo el Espíritu hace de las suyas. En un momento en que la mujer era símbolo de no tener, de no saber y de no poder, va y grita, por boca de una mujer, una bendición para María, y en ella para todas las mujeres, para todo ser humano. Ante la sorpresa de los oyentes, también, en Jesús, el Espíritu gritará cosas llamativas: Benditos los pobres, y los que lloran, y los que tienen hambre, y los que se fían de Dios, y los limpios. ¡Qué poco coincide el mundo nuevo que Dios canta con el mundo que nosotros estamos fabricando con nuestras manos!
Al ser bendecida, María se convierte en lugar de bendición para todos. ¡Qué bien lo saben los que buscan en sus ojos el consuelo!
Para ti que estás orando con nosotras: Da gracias por las mujeres que Dios ha puesto en tu vida: tu madre, tu esposa, tu hija, tu amiga, tu…
Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE, JESÚS
Revivimos la oración más simple y más bella de María: 'Aqui estoy. Aquí me tienes, pobre para ti. Hágase en mí tu palabra'. María se fía. Se atreve, se lanza, se arriesga, confia... y verá lo que nadie vio jamás. Nos abrimos al Espíritu para que realice en nosotros como una nueva encarnación de Jesús.
CANTO: Iesu
Del Evangelio según San Lucas (11,27- 28)
"UNA MUJER DE ENTRE EL GENTÍO LEVANTÓ LA VOZ DICIENDO: ¡DICHOSO EL VIENTRE QUE TE LLEVÓ Y LOS PECHOS QUE TE CRIARON! PERO ÉL REPUSO: 'MEJOR: ¡DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS Y LA CUMPLEN!".
Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su propio hijo en el vientre de María. Así quedó convertida en arca de la alianza, tierra sembrada, monte de salvación, flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, virgen fecunda, estrella del mar, ¡madre!
Tanto amó Jesús a los hombres que puso a todos sus hermanos bajo el cuidado de su madre. Tanto ama hoy Dios a todos los pequeños de la tierra, que, en ellos, se convierte en mendigo, llama a nuestra puerta, por si queremos acogerlo en nuestra casa. Cada instante, el aquí y ahora, puede ser la pequeña puerta por donde entre Jesús en nuestra vida. Solo hace falta hundir bien la semilla en la tierra y esperar en silencio que brote. Las personas que fecundan sin cesar la historia con los valores evangélicos llevan siempre en el corazón a Jesús y aprovechan cualquier situación, por dolorosa que sea, para que se forme la perla preciosa en su interior.
Para ti que estás orando con nosotras: Haz silencio...calla, y en tu corazón repite muchas veces despacio el nombre de Jesús.
DESPEDIDA
María madre de todos, aunque nos dicen que estamos viviendo tiempos sombríos, tus ojos son soles para nosotros. Danos tu fe. Si no soltamos tu mano, no habrá futuro que no podamos acometer. Bajo tu amparo, no habrá crisis que no podamos encarar, no habrá noche de fe que no se torne resurrección, y nuevo nacimiento si nos vestimos de ti; con solo alzar la mirada a tus ojos... Danos tu esperanza.
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