En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Ant. El Señor la rodeó cuidando de ella y la instruyó; extendió como un águila sus alas, la tomó y la llevó sobre sus plumas. Solo el Señor fue su guía.
V/. Si no volvéis a ser como niños.
R/. No entraréis en el Reino de los cielos.
Últimas conversaciones
23.9.1 - ¡Cuánto te debo! ¡Por eso te quiero tanto...! Pero no quiero hablar más de ello, porque me echaría a llorar...
(Llorar la perjudicaba mucho.)
23.9.2 - Mañana será el aniversario de tu toma de velo, y seguramente el día de tu muerte.
- No sé cuándo será, lo espero de continuo, pero sé muy bien que no puede tardar.
23.9.5 A propósito de una confidencia de poca importancia que una hermana le había hecho pidiéndole que guardara el secreto:
- Cuando las hermanas lo imponen, el secreto es sagrado... Aunque se tratase de cosa más insignificante, no habría que decirlo.
23.9.6
Después de un silencio muy largo, mirándonos a sor María del Sagrado Corazón y a mí, que en aquel momento estábamos solas con ella:
- ¡Hermanitas queridas, vosotras me habéis educado...! (y los ojos se le llenaron de lágrimas.)
Silencio para pedir la gracia que deseamos en esta novena
Oración
Señor, Dios nuestro, que has preparado tu Reino para los humildes y sencillos, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de Santa Teresa del Niño Jesús, nuestra hermana para que nos sea revelado por su intercesión el océano de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Comments