Este evangelio nos enseña que Jesús, desde el primer momento, es sincero con nosotros. El Señor nos muestra desde el minuto uno que si tomamos la decisión de seguirle, debemos dejar todo lo que tenemos detrás, aunque eso en ocasiones conlleve aprender a vivir como Él nos ha enseñado.
Seguir a Jesús debe ser una prioridad para nosotros, aunque podamos sufrir y ser marginados: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.»
Se lo explicaba con toda claridad
Pero este sufrimiento, nos llevará a la Vida Eterna, porque seremos capaces de descubrir una nueva realidad… Una nueva dimensión camuflada de sufrimiento, pero en realidad, repleta de bondad y VIDA NUEVA: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»
Lucia y Rosa Luján
Cuenca
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