Siempre preparamos muchas cosas en estas fechas: adornos, regalos, cenas...y sobre todo planes, planes con familia, con compañeros, con amigos.. Pero este año nos hemos quedado sin planes. Fui consciente de ello cuando mis hijos suspendieron el amigo invisible que hacen los 10 primos para estas fechas, total si lo nos vamos a poder juntar ..! Ni cena en la parroquia, ni cervecita el día de la lotería, ni siquiera sé para cuantos haremos cena, ni quien la hace este año en nochebuena. ¡Que lío! ¿Qué vamos a preparar entonces?
Y leo el evangelio de este domingo y zasca: PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR, ENDEREZAD SUS SENDEROS. Más claro? Y yo sin planes, es más, ¡entristecida porque no tengo planes! Me suena repetitivo cuando mi párroco dice a los niños que tienen que preparar el corazón. Pero ahí está la clave, en realidad no hay otra cosa que preparar, ningún otro plan mejor que hacer.
Lejos de no tener planes en realidad lo que tenemos es una oportunidad de oro para dedicarnos al mejor plan. ¿Cómo estás? ¿Cómo preparas los caminos que el Señor quiere recorrer contigo? ¿Qué haces? ¿Estás despierto?
Este es el plan, ahora que no hay planes que te distraigan: Preparad el camino al Señor, hacer lo posible este adviento para que vean a Cristo en ti de la forma más normal, ¡tan normal y sencilla como Nazaret, como Belén y como María! Demos la vuelta a la tortilla y que el plan sea preparar el camino al de al lado estando antes preparados nosotros.
Todo esto porque El que viene, a pesar de hacerlo desnudo y pobre, nos llenara del Espíritu Santo. Un planazo pensado para ti.
Belén Melero, Cuenca
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