¡Domingo de Ramos! ¡Comenzamos la Semana Santa!
En la liturgia de hoy, contemplamos a Jesús que se encamina voluntariamente a Jerusalén para dar su vida por nosotros. ¡Cuántas veces hemos oído que Jesús se entrega por nosotros! Sin embargo, un año más tenemos la oportunidad de que esto cale en nosotros con más profundidad y podamos conmovernos hasta llorar entendiendo que Jesús lo hace por mí, porque me quiere, porque le interesa mi libertad. ¿No necesitas que Jesús te libre de tus egoísmos, cobardías, rencores, incapacidad de amar, tristeza…? ¿Y no es impresionante que él quiera y pueda hacerlo estos días a través de la liturgia de la Iglesia?
A veces, nos parece imposible que nuestro corazón de piedra se vea tocado y transformado por el amor de Dios, pero hoy es el día para pedirle al Señor, con toda la fe que podamos, que las celebraciones de estos días, el sacramento del perdón, la oración y la penitencia nos concedan experimentar la paz de llorar nuestros pecados, impactarnos por el amor incondicional de Dios y recibir el consuelo y fuerza de su Resurrección. ¿Después de estos días estaremos más unidos al Señor y a los demás?
Muchos volverán este año a abandonar a su maestro. No seamos nosotros uno más. Con la compañía de María, sigamos los pasos de Jesús en su pasión hasta llegar al domingo de Resurrección. Aprendamos de ella a ser el grano de trigo que muere y da mucho fruto.
Hna Blanca Carrascoso, Ávila
Gracias Hermanas Mías !